Mi amado amigo, hoy quiero advertirte sobre algo importante: Cuídate mucho de caer en el gran agujero que se llama autocompasión. Esta trampa diabólica te acecha cuando estás cansado o no te encuentras bien, en esas situaciones no hay mayor peligro que ese. No te acerques ni siquiera al borde de la zanja. Las capas superiores se rompen fácilmente, y antes de que te des cuenta, ya te estás deslizando hacia abajo. Es mucho más difícil salir del hoyo una vez que has caído en él, que guardar una distancia de seguridad desde el principio. Por eso te aconsejo que no bajes la guardia.
Hay varias maneras de protegerte de la autocompasión. Si me alabas y me das gracias, entonces es imposible bañarte en la autocompasión al mismo tiempo. Y cuanto más estrecha es tu relación conmigo, más lejos estarás de esa zanja. Vive en la luz de mi presencia, dirigiendo tu mirada hacia mi. Entonces serás capaz de aguantar en la carrera que estás corriendo a mi lado.
Tuyo siempre,
JESUCRISTO
Versículos para reflexionar:
Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte;
Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro.
En tu nombre se alegrará todo el día,
Y en tu justicia será enaltecido.
Salmo 89:15-16
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hebreos 12:1-2
Fuente: "Jesus Calling" de Sarah Young
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