La primera vez que escuche hablar a este hombre, creo que me paso lo mismo que a muchos de vosotros, tal vez nunca antes lo habíais visto u oído, entonces estoy plenamente convencida que seguramente no podréis contener las lágrimas y les digo la verdad, no es que se siente pena por él, evidentemente es por verse uno tan nítido en el espejo del incorformismo.
Los seres humanos estamos sumergidos en una atmósfera de quejas, de inconformidades, intolerancias, exigencias, no estamos conformes ni con lo que somos, ni con lo que tenemos. Nuestro mundo gira alrededor de nosotros mismos y no valoramos la obra perfecta de Dios en nuestras vidas. Nick es hijo de un pastor, pero lo mas hermoso de todo es recordar el salmo 23 verso 1 cuando dice: "Jehová es mi pastor, nada me faltara" ¿Nada, incluye las piernas y los brazos de este hombre?, escuchando a Nick con la paz y la sonrisa en sus labios contando su vida digo: los versos subsiguientes del salmo 23 llenan el corazón y alma de este joven verdaderamente.